Citas Bíblicas Para Enfermos
Versículos para Enfermos
Mateo 11:28-29
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.
Isaías 40:31
Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan.
Proverbios 4:20-24
Hijo mío, presta atención a lo que te digo, inclina tu oído a mis palabras. Que ellas no se aparten de tus ojos, guárdalas bien dentro de tu corazón, porque son vida para los que las encuentran y salud para todo ser viviente. Con todo cuidado vigila tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida. Aparta de ti las palabras perversas y aleja de tus labios la malicia.
Isaías 58:8
Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor.
Juan 14:27
Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!
Salmo 41:3
El Señor lo sostendrá en su lecho de dolor y le devolverá la salud.
Proverbios 13:17
Un mal emisario hunde en la desgracia, pero un enviado fiel devuelve la salud.
Juan 6:1-2
Después de esto, Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía curando a los enfermos.
Proverbios 12:18
El charlatán corta como una espada, pero la lengua de los sabios es un remedio.
Proverbios 3:5-8
Confía en el Señor y de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; 6 reconócelo a él en todos sus caminos y él allanará tus senderos. No seas sabio a tus propios ojos, teme al Señor y apártate del mal: 8 eso será un remedio para tu carne y savia para tus huesos.
Isaías 54:17
Ninguna herramienta forjada contra ti resultará eficaz, y tú desmentirás a toda lengua que se alce para juzgarte. Esta es la herencia de los servidores del Señor, ésta es la victoria que yo les aseguro.
Filipenses 4:19
Dios colmará con magnificencia todas las necesidades de ustedes, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús.
Apocalipsis 21:4
Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó».
Isaías 33:2
Señor, ten piedad de nosotros, nosotros esperamos en ti. Sé nuestro brazo cada mañana y nuestra salvación en el tiempo de la angustia.
Job 5:17-20
¡Feliz el hombre a quien Dios reprende y que no desdeña la lección del Todopoderoso! Porque él hiere, pero venda la herida; golpea, pero sana con sus manos. Seis veces te librará de la angustia, y la séptima, el mal no te alcanzará. En tiempo de hambre, te librará de la muerte, y en la guerra, del filo de la espada.
1 Corintios 10:13
Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla.
Marcos 5:34
Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad».
2 Reyes 20:5
«Vuelve y dile a Ezequías, el jefe de mi pueblo: Así habla el Señor, el Dios de tu padre David: He oído tu súplica, he visto tus lágrimas. Yo te voy a curar: dentro de tres días subirás a la Casa del Señor.
Eclesiastés 3:1-8
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar; un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar; un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
Mateo 4:23
Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.
Versículos para Enfermos Graves
Isaías 26:3
Su carácter es firme, y tú la conservas en paz. porque ella confía en ti.
Salmos 147:2-4
Sana a los que están afligidos y les venda las heridas. El cuenta el número de las estrellas y llama a cada una por su nombre: nuestro Señor es grande y poderoso, su inteligencia no tiene medida.
Jeremías 33:6
Yo voy a cicatrizar su llaga y la voy a sanar; los sanaré y les descubriré tesoros de paz y seguridad.
Proverbios 17:22
Los labios mentirosos son abominables para el Señor, pero los que practican la verdad gozan de su favor.
Santiago 5:14-16
Si está enfermo, que llame a los presbíteros de la Iglesia, para que oren por él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor. La oración que nace de la fe salvará al enfermo, el Señor lo aliviará, y si tuviera pecados, le serán perdonados. Confiesen mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para ser curados. La oración perseverante del justo es poderosa.
Salmo 30:2
Señor, Dios mío, clamé a ti y tú me sanaste.
Santiago 1:4
Y la paciencia debe ir acompañada de obras perfectas, a fin de que ustedes lleguen a la perfección y a la madurez, sin que les falte nada.
Isaías 38:16-17
Los que el Señor protege, vivirán, y su espíritu animará todo lo que hay en ellos: tú me restablecerás y me harás revivir. Mi amargura se cambió en bienestar: tú has preservado mi vida de la fosa del aniquilamiento, porque has arrojado detrás de tus espaldas todos mis pecados.
Salmo 147:3
Sana a los que están afligidos y les venda las heridas.
Mateo 10:8
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.
Lucas 6:17-19
Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Salmo 6:2
Ten piedad de mí, porque me faltan las fuerzas; sáname, porque mis huesos se estremecen.
Mateo 9:6-7
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados –dijo al paralítico– levántate, toma tu camilla y vete a tu casa». Él se levantó y se fue a su casa.
Deuteronomio 32:39
Miren bien que yo, sólo yo soy, y no hay otro dios junto a mí. Yo doy la muerte y la vida. yo hiero y doy la salud. y no hay nadie que libre de mi mano
Salmos 146:8
Abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados.
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
Mateo 9:20-21
Entonces se le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto, pensando: «Con sólo tocar su manto, quedaré curada».
Salmo 103:2-4
Bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura.
Hechos 4:30
Extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el nombre de tu santo servidor Jesús.
Salmos 107:19-21
Pero en la angustia invocaron al Señor, y él los libró de sus tribulaciones: envió su palabra y los sanó, salvó sus vidas del sepulcro. Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres
Versículos para la Sanación de los Enfermos
Isaías 40:29
Él fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor.
Santiago 5:6
Han condenado y han matado al justo, sin que él les opusiera resistencia.
Lucas 8:50
Pero Jesús, que había oído, respondió: «No temas, basta que creas y se salvará».
Éxodo 23:25
Ustedes servirán al Señor, su Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ti las enfermedades.
Salmo 107:19-21
Envió su palabra y los sanó, salvó sus vidas del sepulcro. Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres: ofrézcanle sacrificios de acción de gracias y proclamen con júbilo sus obras.
1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad.
Deuteronomio 7:15
El Señor apartará de ti toda enfermedad, y no te infligirá ninguna de esas plagas malignas que envió sobre Egipto, y que tú ya conoces. Las tendrá reservadas, en cambio, para aquellos que te odian.
1 Pedro 2:24
Él llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados.
3 Juan 1:2
Querido hermano, ruego a Dios que te encuentre perfectamente bien y que goces de buena salud en tu cuerpo, como la tienes en tu alma.
Malaquías 4:2
Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
Éxodo 15:26
Luego les dijo: «Si escuchas realmente lo voz del Señor, tu Dios, y practicas lo que es recto a sus ojos, si prestas atención a sus mandamientos y observas todos sus preceptos, no te infligiré ninguna de las enfermedades que envié contra Egipto, porque yo, el Señor, soy el que te da la salud».
Mateo 10:1
Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.
2 Crónicas 7:14-15
Mi mi pueblo, el que es llamado con mi Nombre, se humilla y suplica, si busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y haré que su país se restablezca. A partir de ahora, mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la súplica que se haga en este lugar.
Jeremías 17:14
¡Sáname, Señor, y quedaré sano, sálvame y estaré a salvo, ¡porque tú eres mi alabanza!
Filipenses 4:6-7
No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.
Salmos 103:1-5
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura; él colma tu vida de bienes, y tu juventud se renueva como el águila.
Lucas 4:18
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos.
Isaías 53:4-5
Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados.
Mateo 9:35
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
Jeremías 30:17
Sí, yo cicatrizaré tu llaga y te sanaré de todas tus heridas porque te llaman «La Expulsada, esa Sión, de la que nadie se preocupa».
Isaías 57:18-19
Yo he visto sus caminos, pero lo sanaré, lo guiaré y lo colmaré de consuelos; y de los labios de los que están de duelo, haré brotar la acción de gracias. ¡Paz al que está lejos, paz al que está cerca! Yo lo sanaré, dice el Señor.
Proverbios 16:24
Las palabras amables son un panal de miel, dulce al paladar y saludable para el cuerpo.