CRISTO, ¿RELIGION O RELACION?

¿ES ESTA UNA DOCTRINA BIBLICA O ES MANDATO DE HOMBRES?

 

En los últimos años es común escuchar y leer por parte de los grupos sectarios fundamentalistas “cristianos”, la afirmación de que “Cristo no es religión, sino relación”.

El católico común, el católico sin preparación se queda sin saber responder a frase tan repetida, sin el menor análisis sobre la veracidad o falsedad de la misma por parte de sus postulantes. Sin embargo, el católico preparado no puede evitar sonreír ante semejante barrabasada.

 

¿No saben los protestantes que religión y relación son sinónimos? Es decir, son exactamente la misma palabra. Es lo mismo que si yo dijera: “Jesucristo no es caridad, Jesucristo es amor”.

Al seguir como borreguitos a sus pastores y repetir como periquitos lo que evidentemente no entienden, sólo hace aparecer como tontos a nuestros hermanos separados.

La Real Academia de la Lengua Española, define “religión” de la siguiente manera: religión natural 1. f. religión descubierta por la sola razón y que funda las relaciones del hombre con la divinidad en la misma naturaleza de las cosas.

Con el pecado de Adán y Eva la relación del hombre con Dios se rompió. Religión, viene del latín “religare”, (volver a unir). La religión es un modo de vida, son las acciones cotidianas con las que el hombre intenta restablecer la relación con Dios. De igual forma que un hijo que ha hecho alguna travesura, cambia su actitud y comportamiento con la finalidad de congraciarse con sus padres.

El postulado protestante: “Cristo no es religión, es relación”, no es doctrina bíblica, sino doctrina de hombres, ellos no pueden mostrar ningún texto de la Biblia que pruebe su aseveración, simplemente porque no existe.

Marcos 7,6-7
El les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres.

LA BIBLIA MUESTRA QUE DIOS SÍ ES RELIGIÓN

Juan 9,31
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha.

Hechos 25,19
Solamente tenían contra él unas discusiones sobre su propia religión y sobre un tal Jesús, ya muerto, de quien Pablo afirma que vive.

Aunque aquí no es el Apóstol San Pablo quien habla, es una gran oportunidad para que San Lucas, quien escribió el libro de los Hechos, aclare que Cristo no es religión, sin embargo no lo hace y como dice la máxima: quien calla otorga.

Hechos 26,5
Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión.

San Pablo habla de cuando él era fariseo pero habla de “nuestra religión”, no niega el concepto, sino que lo hace suyo.

Las biblias protestantes evitan traducir religión y emplean otros términos, pero la versión Reina-Valera evangélica no ha podido evitar traducir correctamente el siguiente texto:

Santiago 1,26-27
Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana. La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo.

Aunque la Biblia muestra que Dios sí es religión, la táctica protestante es la misma de siempre, ignorar los textos que demuestran sus equivocaciones, en favor de sus doctrinas y mandatos de hombres.

EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, LOS HOMBRES SERÁN ENEMIGOS DE LA RELIGIÓN

I Timoteo 1:8-10
Sí, ya sabemos que la Ley es buena, con tal que se la tome como ley, teniendo bien presente que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los prevaricadores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreligiosos y profanadores, para los parricidas y matricidas, para los asesinos, adúlteros, homosexuales, traficantes de seres humanos, mentirosos, perjuros y para todo lo que se opone a la sana doctrina,

II Timoteo 3:1-5
Ten presente que en los últimos días sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos, desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, traidores, temerarios, infatuados, más amantes de los placeres que de Dios, que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia. Guárdate también de ellos.

El que quiera entender, que entienda...